Belice es sin duda alguna, el paraíso para el buceo, ya que la barrera caribeña sólo está a unos 20 kilómetros de la costa, llena de islas o cayos, algunas con manglares y otras con palmeras. La riqueza de nutrientes que las corrientes arrastran desde los manglares y el refugio que procuran los arrecifes hacen de estas aguas una reserva biológica que impacta al buzo por su variedad y colorido. Micronesia La mitad norte de Belice se compone de tierras bajas, con grandes zonas pantanosas.
La mitad sur está dominada por alineaciones montañosas, como los montes maya, que alcanzan una altitud máxima de 1.122 m en el pico Victoria. La costa caribeña está bordeada por una barrera de arrecifes de coral y numerosos cayos (islotes). Los ríos principales son el Belice, el Hondo, que forma gran parte de la frontera con México, y el Sarstoon (Sarstún), que forma la frontera suroeste con Guatemala. El clima de Belice es subtropical, moderado por las brisas marinas a lo largo de la costa. La temperatura media anual es de 26 °C.
La estación lluviosa dura de mayo a febrero. Las precipitaciones totales se incrementan de norte a sur, con 1.800 mm de media. Los arrecifes de Belice tienen la particularidad de que gran parte de ellos son emergentes, ya sea en forma de cayos, pequeñas islas o atolones. Esto les otorga un atractivo geográfico de gran belleza e invita a visitarlos en lancha o con equipo submarino. La enorme cantidad de peces que allí habitan, entre los bosques de coral y rocas, presentan un paisaje de múltiples formas y colores: universo de vida que apenas sospechamos